sábado, 1 de agosto de 2009

Levitando de Amor


En cada aliento de viento
Se nos llenan las manos de vida
Luz y color, como musas aladas
Revoloteando en el firmamento
Cubiertas por la caballera de agua
Que desciende al lecho del río
Hasta llegar al mar
Gaviotas, ruiseñores que graznan
Recordando amores olvidados
Danza de hadas frente al espejo cóncavo de los sueños
Porque en este mundo silencioso,
Imperceptible, que se cree imaginario
Mil duendes fertilizan los jardines de Amapola
Girasoles como coral brillan al sol
Luciérnagas que como farolas dan luz al camino
En los pliegues silenciosos de cada crepúsculo
La tierra arropa los sueños en su regazo de vida
Y donde el amor deja de ser para dos
El bastión de los afectos
Aquí el amor toma su forma, su cuerpo mismo
envolviendo el alma que levita sin cadenas.

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